De la Confianza

Hay ocasiones en las que brindas tu más grande confianza a ciertas personas que consideras cercanas, pero así como freces tu confianza, les das otras cosas que involucra este hecho, tiempo, espacio, sentimientos, ete ce ete ce. Pero, cuando esas personas cometen algo ligeramente chueco, es decir algo muy pequeñito, tan pequeño que no hace daño, ¿por qué lo crecemos y exageramos de forma que se convierta en algo que duela mucho? Pues simple y sencillamente por que desconocemos los motivos para que lo hicieran. Lo peor de tener ese sentimiento de traición a la confianza, es que crece hasta el grado de hacernos actuar por medios que hacen parecer que no confiamos en esa persona.
Y ya cuando tienes tu confianza amarrada de un delgadísimo hilo, llegan las demás personas en quienes confías y al hablar contigo, lo único que haces es defenderte; haciéndoles parecer que tampoco confías en ellos. Luego ocurre que en un fin de semana, llega tu Hermano y cuando le dices “Sé cuál es mi error, no confío en nadie” te responde “No Mames”

“Que sientas que no confías lo suficiente en la gente, no quiere decir que no confías del todo en ellos”

Luego, cuando comentas este argumento con una pequeña personita, “Lady Bogue” la denominaremos, te dice: “Es que en realidad confiamos diferentes cosas a diferentes personas, es como la distinta confianza que le tienes a tu familia y a tus amigos, así como la tienes hacia la persona que más quieres”

Gracias muchachos.