I[L-eYe-s]I

Hablando con Fher, surgió una pregunta muy interesante en mi.

¿Porqué las mentiras son un argumento tan válido para algunas personas?
¿Porqué mentir?

Y entonces recordé algo que tiempo atrás me había planteado:

"Desde el momento en el que pones en duda las palabras de la persona a quien amas, la dejas de amar."

Y no me dejarán MENTIR que fue el motor del Experimento.

La mentira es una de las cosas más peligrosas que ha inventado el ser humano, si no se administra de forma correcta, se puede caer en la adicción, y en un descuido, sobredosis.

Mentir es un arte, y poca gente tiene el don de hacerlo.

No me refiero a esas personas que mienten a diestra y siniestra, sin pensar que sus mentiras pueden ser descubiertas sin necesidad de una percepción especial, sino por mero sentido común.

En realidad, el arte de la mentira, recae en plantear las consecuencias de una mentira, para dicernir entre decirla o no. Es saber ocultar la mentira rodéandola de verdades, de forma que la única persona que sepa la verdad de esa mentira, sea el mismo forjador de esa mentira.

Una mentira mal dicha es una rutina cómica. Comer mientras se chifla y viceversa. Atragantarse de tacos y coca lite.

Pero la verdad, es mucho más fácil decir la verdad. Sólo es difícil cuando no se tiene la voluntad de enfrentarla.
Cuántas dolores no ahorra el decir:
- Sabes, que, no te amo.
- Oye, la verdad, no me interesas en lo más mínimo.
- No quiero estar contigo.
- Creo que para mi, no vales la pena.
- Sabes que, te estoy utilizando.

Si, suena cruel y descarado. Pero en este mundo, los tibios... valen verga.