Helianthus annuus

La flor castaña no voltea mientras me alejo,
niega cada uno de sus dientes de pétalo
arrojándolos al olvido del fuego en su corona.

Dobla su hoja para el abrazo que no se afierra,
donde agua se lee tinta y se lava de una mano
ya nada se alcanza a escribir.

Los pilares que construyeron tu espalda
tienen la misma piel que el silencio
sembrado con tu paso en la distancia.

Estoy perdiendo por esa noche
que me dejó con las uñas vacías.