Of Traumas
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Todos estos ladrillos pequeños formadores de las experiencias personales; es decir, los olores, visiones, sonidos, sentimientos que son para construir cada una de las imágenes sensitivas son los que se califican como un trauma. Muchos de esos traumas pasan inadvertidos por la conciencia. Un ejemplo de esto es cuando se observa una fotografía de dos personas en primer plano y en el plano del fondo aparece un paisaje. A lo alto de un monte dentro del paisaje se encuentra un torreón que parece diminuto dentro de la fotografía por efectos de la perspectiva. Pero el hecho es que está ahí. Observarlo o no depende de qué tan grande es el sólido de conciencia. Éste sólido es una esfera de tus reacciones conscientes que guarda una cercana similitud con tu figura extendiéndose fuera de los bordes físicos del cuerpo. Este sólido puede definirse también como una cariátida que eleva en sus manos nubes de polvo y vapor. Las cuales serán en un futuro mezcladas para formar nuevas capas de “piel” de la cariátida a través del suceso de nuevos traumas. Estos pueden ser causados ya sea por la influencia que ejercen directamente al objeto cognoscitivo, es decir al hombre como entidad sapiente, o por la influencia que ejercen en su entorno. El proceso de experimentación de diferentes traumas a lo largo de la vida de un ser humano es el que hace crecer el sólido de conciencia por encima de la frontera de sus limitaciones. Muchas veces el ser humano experimenta traumas que sobrepasan todo proceso cognitivo, vinculando el aprendizaje al humano entero, pecho, vientre y cabeza, haciendo que se sienta más grande el sólido de conciencia, como si se inflamara hasta el punto que se sienta incluso más grande que la efigie que tiene uno definida en su subconsciente como limitante. Esa figura limitante dependen su totalidad de todos los traumas del pasado con los que construiste las pieles anteriores del sólido consciente. Esas pieles pasadas son reconocidas por el subconsciente mismo como los límites instantáneos de la propia conciencia. Y al ser rebasados a partir de un trauma excesivo es cuando se genera una inflamación significativa. Estas inflamaciones llegan a ser tan graves que pueden existir fracturas de los nexos que existen entre las esferas física, intelectual y emocional.
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Todos estos ladrillos pequeños formadores de las experiencias personales; es decir, los olores, visiones, sonidos, sentimientos que son para construir cada una de las imágenes sensitivas son los que se califican como un trauma. Muchos de esos traumas pasan inadvertidos por la conciencia. Un ejemplo de esto es cuando se observa una fotografía de dos personas en primer plano y en el plano del fondo aparece un paisaje. A lo alto de un monte dentro del paisaje se encuentra un torreón que parece diminuto dentro de la fotografía por efectos de la perspectiva. Pero el hecho es que está ahí. Observarlo o no depende de qué tan grande es el sólido de conciencia. Éste sólido es una esfera de tus reacciones conscientes que guarda una cercana similitud con tu figura extendiéndose fuera de los bordes físicos del cuerpo. Este sólido puede definirse también como una cariátida que eleva en sus manos nubes de polvo y vapor. Las cuales serán en un futuro mezcladas para formar nuevas capas de “piel” de la cariátida a través del suceso de nuevos traumas. Estos pueden ser causados ya sea por la influencia que ejercen directamente al objeto cognoscitivo, es decir al hombre como entidad sapiente, o por la influencia que ejercen en su entorno. El proceso de experimentación de diferentes traumas a lo largo de la vida de un ser humano es el que hace crecer el sólido de conciencia por encima de la frontera de sus limitaciones. Muchas veces el ser humano experimenta traumas que sobrepasan todo proceso cognitivo, vinculando el aprendizaje al humano entero, pecho, vientre y cabeza, haciendo que se sienta más grande el sólido de conciencia, como si se inflamara hasta el punto que se sienta incluso más grande que la efigie que tiene uno definida en su subconsciente como limitante. Esa figura limitante dependen su totalidad de todos los traumas del pasado con los que construiste las pieles anteriores del sólido consciente. Esas pieles pasadas son reconocidas por el subconsciente mismo como los límites instantáneos de la propia conciencia. Y al ser rebasados a partir de un trauma excesivo es cuando se genera una inflamación significativa. Estas inflamaciones llegan a ser tan graves que pueden existir fracturas de los nexos que existen entre las esferas física, intelectual y emocional.
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