Won't Power
Anoche (por que son las 3:43 AM del jueves tres) mi voluntad perdió a manos de la euforia y la peda.
Apareció antes de irme a la comida. Llegó cuando estaba con alguien que terminó estorbando. Agresiva como siempre. Raro.
Luego en la comida me sentí tan lleno de saudade... y ese horrible sentimiento de estar a punto de doblarse que llegó mientras les dirigía unas palabras a mis compañeros de generación.
Llegaron las chelas, una tras otra, de igual forma la comida, plato tras plato.
Abella- Oye, Chuck, no tienes fondo o que?
Chuck- No, callate, y todavía no llego a los postres.
Al parecer, desde el viaje a Torreón, me esta gustándo meterme pasones de azúcar. Ponerme más idiota de lo que ya estoy.
Abella- Chuck, bájale al azúcar.
P.H.- Se me hace que me esta viendo pedo y no quiere que se me suba mas. Está bien, el último plato de postre.
Regreso pedisimo y me conecto. Orale!!! Aparece de nuevo. Desquicio. Ya traía el monito de merol. A la mitad, ya que había guardado el folder de nuevo en la maleta, era hora de ir.
Llegué, me senté. No la sentí llegar.
La euforia... la peda... sólo debí de haber entregado. Hablé de más.
Ni modo. El hubiera es un tiempo pendejo.
Y la neta, por esa sonrisa... no me arrepiento.
Claro que no.
Apareció antes de irme a la comida. Llegó cuando estaba con alguien que terminó estorbando. Agresiva como siempre. Raro.
Luego en la comida me sentí tan lleno de saudade... y ese horrible sentimiento de estar a punto de doblarse que llegó mientras les dirigía unas palabras a mis compañeros de generación.
Llegaron las chelas, una tras otra, de igual forma la comida, plato tras plato.
Abella- Oye, Chuck, no tienes fondo o que?
Chuck- No, callate, y todavía no llego a los postres.
Al parecer, desde el viaje a Torreón, me esta gustándo meterme pasones de azúcar. Ponerme más idiota de lo que ya estoy.
Abella- Chuck, bájale al azúcar.
P.H.- Se me hace que me esta viendo pedo y no quiere que se me suba mas. Está bien, el último plato de postre.
Regreso pedisimo y me conecto. Orale!!! Aparece de nuevo. Desquicio. Ya traía el monito de merol. A la mitad, ya que había guardado el folder de nuevo en la maleta, era hora de ir.
Llegué, me senté. No la sentí llegar.
La euforia... la peda... sólo debí de haber entregado. Hablé de más.
Ni modo. El hubiera es un tiempo pendejo.
Y la neta, por esa sonrisa... no me arrepiento.
Claro que no.
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